Participantes de la banda musical udmurta “Abuelas de Buránovo” durante su intervención en el final del concurso Eurovisión 2012 colocarán en la escena una estufa rusa y van a cocer empanadas udmurtas, comunicó la portavoz de la banda Svetlana Syryguina.
Durante la vuelta eliminatoria nacional de la Eurovisión 2012 en la escena había estufa, pero las abuelas no la usaron durante la intervención, comunicó Syryguina. Añadió que los platos serán reales y las abuelas ofrecerán a todos los participantes del concurso empanadas con diferentes rellenos.
El que los pasajeros del metro de Moscú se familiaricen con la poesía se torna, según parece, una buena tradición.
En el Año de Gabriel García Márquez el subterráneo capitalino dará a conocer al público no solo la prosa del clásico latinoamericano. Se le presentarán asimismo versos que los lectores rusos no conocían. El 25 de abril, a las once de la mañana de la estación “Mezhdunaródnaya” (Internacional) partirá el primer “tren de Márquez”.
La exposición “Poesía y prosa de Gabriel García Márquez” circulará por la línea de Filí durante seis meses. Es ya el tercer proyecto del metro capitalino. El primero se efectuó con la parte chilena. Los pasajeros del metro tomaron conocimiento de la poesía de Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Nicanor Parra y Gonzalo Rojas.
El siguiente experimento se llevó a efecto en colaboración con el Instituto de Cultura de Italia. Es notable que cada vagón del metro, en el marco de la exposición estuviera dedicado a un período determinado: de Petrarca, Dante Alighieri, Giacomo Leopardi, así como de Umberto Saba.
Este año, gracias a la iniciativa del Embajador de Colombia en Moscú Rafael Amador, el metro capitalino celebrará el 85º aniversario del clásico del “realismo mágico”. Recordemos que 2012 ha sido proclamado Año de Gabriel Márquez en Rusia.
Gabriel García Márquez es ampliamente conocido gracias a sus novelas Cien años de soledad y El otoño del Patriarca, a la novela corta El coronel no tiene quien le escriba y otras. Pero su poesía la conocen tan solo los especialistas. Porque los versos juveniles del clásico colombiano no se editaban antes y por vez primera fueron traducidos al ruso especialmente para el proyecto “Poesía en el metro”.
Además de los versos de Márquez, en ocho vagones del tren moderno “Rúsich”, se presentarán fragmentos de sus obras de prosa Cien años de soledad, El amor en los tiempos del cólera y Vivir para contarla. El itinerario del tren pasará hasta la estación “Mezhdunaródnaya”, así como hasta la estación “Kúntsevskaya” de la línea de Filí. A más de esto se emitirán quinientos mil billetes con diseño dedicado al Año de Márquez.
El 19 de abril se inaugura en Londres la exposición “Retratos reales”, en la que se exhiben retratos de monarcas contemporáneos de Europa, hechos por el pintor ruso Alexei Maximov.
Lo singular de la colección consiste, sobre todo, en que los retratos fueron pintados, exclusivamente, como se diría, del natural. Es más, once de ellos son lienzos tradicionales, y doce, miniaturas de esmalte creadas por el pintor con una técnica que se conservaba desde el siglo XVII. Estas reproducciones, del tamaño de la palma de una dama, tienen, además, un marco de veras real: oro blanco, plata y brillantes. Los especialistas avaluaron la colección en diez millones de libras esterlinas.
Un detalla interesante más: el pintor Maximov creó los retratos por encargo de los Museos del Kremlin de Moscú, cuyos fondos guardan no pocas obras de arte similares. En 1992, con la recomendación de los museos del Kremlin, Alexei Maximov y su colega Leonid Efros viajaron a Londres. Allí lograron lo imposible, ser recibidos por la monarca transcurridos meses contados, mientras que, no faltan los que deben esperar años. La audiencia con Isabel II, fijada para cuarenta minutos, se prolongó dos horas, recordaba el pintor en entrevista para nuestra emisora:
—Eran los tiempos del legendario matrimonio de Charles y Diana, y nosotros, sin conocer en absoluto la situación en la familia preguntamos si podríamos pintarlos. La reina guardó silencio, como si no hubiera escuchado la pregunta. Rompiéndolo expresó: “Mejor será que pintara a mi madrecita, la reina Isabel y a la princesa Anna”. Días más tarde llegaba la carta en la que se confirmaban las sesiones de pintura.
Ese fue el comienzo de toda una serie de retratos de miembros de casas reales de Europa. A continuación de la reina madre, Isabel II y de la princesa Anna vinieron los retratos de María Cristina, princesa de Kent, de la reina de los Países Bajos, Beatriz, del rey de Noruega, Harald V, y de su consorte, la reina Sonia. Siete miembros de monarquías. Todos ellos nos sorprendieron con su espíritu democrático y con su humor. Y la reina madre, Isabel, distinguió incluso a los pintores con un pequeño banquete, el que Maximov recordaba así, en entrevista para La Voz de Rusia.
—La reina contó entonces que había sido ya pintada por un ruso, de apellido Sorin. ¿Quiere que le muestre el retrato? Nosotros la pintamos en el palacio de Buckingham. Allí hay una enorme sala amarilla. Es el lugar donde la reina, o miembros de la familia real posan generalmente para los pintores de palacio. Pero, la reina madre posó no allí, sino en el salón del hogar, como en el corazón de la familia, donde se reúnen generalmente todos sus miembros. Es la Clarence House, en la que en todas partes colgaban retratos contemporáneos. Pero los dibujos de Sorin estaban en el segundo piso. Y para mirarlos subimos juntos al segundo piso. La verdad es que, Su Majestad no sólo nos mostró esos dibujos, sino que toda su colección.
Es más, por simpatía hacia los pintores rusos, la reina madre firmó para ellos su retrato, algo de veras muy excepcional. La reina de los Países Bajos, Beatriz, por ejemplo, se negó a hacerlo revelando al pintor que, estampaba su firma sólo al pie de decretos reales. En cambio el encuentro con el rey de Noruega, Harald V se le grabó gracias a un divertido episodio. El pintor ruso lamentaba que el rey no luciera uniforme de parada. “Esto puede ser enmendado”, reaccionó al instante Su Majestad. Al día siguiente posaba para Maximov… el uniforme mismo, mejor dicho, un militar de la guardia con el atuendo real. A propósito, el rey estaba presente sin guardaespaldas, pero varias personas “custodiaban” el uniforme real…
Después de la clausura de la exposición, la reina de Gran Bretaña convino gentilmente en aceptar uno de los objetos de la muestra, como un regalo para el magno aniversario.
En Rusia, hasta los últimos tiempos, no se organizaban semejantes actividades. Aunque con bastante frecuencia estallan escándalos con piezas de antigüedades falsas, los engañados coleccionistas no desean hacer de sus desdichas un patrimonio de la opinión pública.
En este verano de 2012, en el museo “Casa de iconos de Spiridinovka” se planeaba inaugurar una exposición de lienzos de pintores rusos, comprados en la primera mitad de la década de 1990, por el fundador del museo, Igor Voziakov. La exposición prometía ser impresionante, pues figuraban los primeros nombres del arte ruso: Iván Aivazovsky, Nikolai Roerich, Alexei Bogoliubov, Borís Kustodiev. El valor museístico de cada lienzo era confirmado por conclusiones periciales, firmadas por especialistas de renombre de los grandes museos rusos.
A principios de 2012 se tomó la decisión de someter las obras a un nuevo peritaje, a fin de despejar hasta la sombras de dudas de su autenticidad. Cuan enorme fue el desencanto de los organizadores de la muestra al enterarse que, de los quince lienzos, nueve son piezas divinamente falsas. Con los precios de 2012, el daño es de unos diez millones de dólares.
La dirección del museo tomó una decisión sin precedente: la de exhibir, por primera vez en Rusia, los cuadros falsos, acompañados con todas las conclusiones emitidas, tanto positivas como negativas. Los organizadores de la exposición, inaugurada hoy, consideran que, ello servirá para llamar la atención al problema de las obras falsificadas en el mercado de las bellas artes rusas, así como los numerosos problemas relacionados con la labor pericial en las pinturas y obras de arte decorativo aplicado en Rusia.
Igor Voziakov señala que, “es indispensable superar una cierta inercia, propia de la sociedad rusa, y no avergonzarnos en denunciar que hemos sido engañados”. Agrega que, dista de ser insólita la situación cuando un coleccionista, al descubrir una obra falsa en su colección, se empeña en resolver el problema sin hacer mucho escándalo, ya sea devolver el trabajo al vendedor y recibir su dinero de vuelta, o tratar de venderlo a un tercero.
Al mismo tiempo, los expertos hablan del factor humano, en el sentido que tal trabajo es sumamente complejo, y se reservan el derecho a incurrir en error. Pero el problema consiste en que, hoy día, el experto no asume responsabilidad material alguna por ese error, y como resultado, la víctima es el comprador engañado.
En conferencia de prensa celebrada antes de la inauguración de la muestra, Alexander Chvala, director del Centro científico de peritaje independiente P.M. Tretiakov, citaba cifras desconsoladoras. Por su experiencia, no más de un tercio de los lienzos de pintores rusos de la segunda mitad del siglo XIX, en las colecciones rusas, son genuinas. Pero la situación con las obras de la vanguardia rusa es más deplorable. Solo un cambio de enfoque sistémico con respecto al peritaje de las obras de arte, la organización de una comunidad profesional y, la transparencia máxima en todas las etapas de la determinación de la autenticidad de las obras de arte puede cambiar la situación existente. Alexandr Chvala estima que, es indispensable la introducción de una especie de “pasaportes”, documentos en los que esté consignada la historia de la obra de arte, todas las fases de la restauración y los resultados de las distintas investigaciones.
Igor Voziakov expresó que, tal actividad no ejercerá influencia negativa en el desarrollo del mercado ruso de antigüedades. Por el contrario, contribuirá a su depuración. “Los coleccionistas deberían encargar un nuevo peritaje de las piezas de su colección, estima Voziakov. Como resultado, nos espera una tanda de procesos judiciales, y no solo en el territorio de Rusia”.
Sin embargo, las delegaciones no siquiera llegaron a abordar ese punto. Los analistas decidieron que, muchos países frenan conscientemente el proceso, a fin de no atarse con compromisos sobre reducción de emisiones tóxicas.
Los reunidos en la Conferencia convinieron proseguir las conversaciones el año próximo. Tal fue el balance principal de las labores de casi dos semanas de delegaciones de ciento noventa países. Se suponía que en Varsovia iban a determinar los parámetros fundamentales del nuevo documento global que reemplace al Protocolo de Kioto. Sin embargo, se logró convenir, y tan solo al cierre mismo de la cita, algunos documentos. Pero, incluso esto permite calibrar positivamente la conferencia de Varsovia, considera el jefe de la delegación rusa, Alexánder Berditski:
–La Conferencia nos impulsó adelante, pero ella no plasmó muchas expectativas. Fue determinada la fecha de continuación de las conversaciones y la cantidad de sesiones indispensables para su preparación. Se decidió comenzar en la sesión siguiente, o sea, en verano, el debate de los elementos del texto de las conversaciones, a fin de que quede redactado y convenido, a más tardar, en mayo de 2015. Pero, por cierto que se podía hacer mucho más.
Aparte del acuerdo de las fechas y del lugar del próximo encuentro, los reunidos en la conferencia convinieron el mecanismo de reducción al mínimo de los daños y pérdidas, vinculadas a las consecuencias del cambio climático. Su esencia consiste en que los países ricos ayuden a los pobres a superar consecuencias tales del cambio climático, como la elevación del nivel del mar, el incremento de las tormentas y de las sequías. El documento no contiene cifras algunas. Un poco más concreto es el mecanismo para enfrentar la tala de bosques tropicales. Pero, ello no acercó un paso siquiera al objetivo central, a saber, impedir el cambio climático en el planeta, subrayó en entrevista a nuestra emisora Alexéi Kokorin, director del programa “Clima y Energía”, de la Fundación Mundial de la Naturaleza:
–La Conferencia fue en general un fracaso. Ella mostró que los problemas secundarios, técnicos de la Conferencia de la ONU sobre cambio climático pueden resolverse bien: sobre los bosques tropicales, la ayuda a los países más débiles, sobre la ayuda a los países de Asia central en la reducción de las emisiones. Todo esto resulta, pero en cambio, en lo de un nuevo acuerdo no se avanzó nada.
Casi al cierre de la Conferencia, la sala de reuniones fue abandonada por varios centenares de representantes de organizaciones internacionales ecológicas no gubernamentales, entre ellas, de la Organización Mundial de la Naturaleza y de Greenpeace. En toda la historia de las conversaciones climáticas, por vez primera se registra algo similar. Nos negamos a participar en una farsa, en la que las delegaciones, en lugar de resolver los problemas globales, resolvían los propios, explicó Alexéi Kokorin:
–Las discrepancias eran egoístas, cada país con la suya. En EEUU, el Senado no puede ratificar nada sobre cambio climático. O sea, los estadounidenses pueden aprobar voluntariamente a medias, solo un acuerdo que no requiera ratificación. China y la India no concuerdan con cifras algunas sobre emisiones globales, por son ellos justamente los que abastecen ese crecimiento de emisiones globales. En cuanto concuerdan con una cifra global, por ejemplo, la reducción de las emisiones en un 50 % para 2050, tal decisión repercutirá sobre ellos en primer lugar. Y ellos no desean eso. Arabia Saudí, Kuwait, los Emiratos Árabes Unidos, Singapur, que oficialmente no son considerados países desarrollados, insisten categóricamente en que se mantenga su estatus.
Además, las delegaciones de países de rápido crecimiento y enriquecimiento trataron de que, en el nuevo acuerdo se consignen a los estados desarrollados compromisos detallados con cifras, y a las naciones en desarrollo, solo intenciones.
Afanes similares, de “partir a costa ajena” frenan también el proceso, considera Mijaíl Yulkin, miembro del grupo de trabajo sobre cambio climático, adjunto a la presidencia de Rusia:
–Caducó ya la idea de que alguien es culpable, mientras que los demás sufren, y que los primeros deben pagar a todo el resto. Todos esperan ciertas acciones responsables, incluso de aquellos que, hasta no hace mucho eran considerados débiles. ¿Acaso es posible considerar hoy a China y la India países débiles, si constituyen las fuentes principales de emisiones de gases que causan el efecto de invernadero? Es necesario entonces modificar los enfoques conceptuales con respecto a los acuerdos. Pienso que Varsovia mostró exactamente esto también.
En comparación con 1750, el período que antecedió a la revolución industrial mundial, la temperatura media en el planeta se elevó en 0,8 grados Celsio. Hacia 2100 subirá ya en cinco grados, si la comunidad internacional no toma medidas colectivas de protección del clima. Para evitar consecuencias irreversibles, la comunidad de expertos se planteó la tarea de mantener la elevación de la temperatura, aunque sea dentro de los límites de los dos grados. Para ello se requiere disminuir las emisiones sumadas de gases contaminantes, hacia 2050, de 50 a 25 millardos de toneladas al año. Las medidas indispensables deben ser consignadas en un documento global, el que se planea aprobar en 2015. Lo malo es que, la labor en este documento, en los hechos, no ha comenzado aún.
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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