Para Moscú no fue nada fácil, atrás quedaron prácticamente dos décadas de difíciles negociaciones. Pero ahora llegó la hora de saborear la victoria. De acuerdo a los expertos, la adhesión de Rusia en la OMC traerá grandes ventajas para los rusos. La caída de precios, el aumento de la calidad y variedad de los productos, todo esto se podrá ver ya en los próximos años. De la adhesión de Rusia en la organización será beneficioso no solo para el país y su gente sino para muchos estados de la CEI, Europa y Asia. La única excepción podrían ser los Estados Unidos, país en el que sigue vigente la enmienda Jackson-Vanik, que limita el comercio con Rusia.

Entre los países extranjeros que más esperaban la adhesión de Rusia en la OMC eran Kazajstán y Bielorrusia. Así, antes del 22 de agosto (fecha de la adhesión de Rusia a la organización), el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, recomendó a los empresarios de su país, reducir los costos y mejorar la calidad de los productos. Según Lukashenko, justamente de esta manera los productos de Bielorrusia podrán competir en el mercado ruso. Con la entrada a la OMC los volúmenes extranjeros de importación crecerán, de esta manera, según los expertos, los bielorrusos tendrán que esforzarse para no ceder sus posiciones en el mercado ruso. Sin embargo, según el director del centro de estudios del espacio post-soviético, Leonid Vardomsky del Instituto de Economía, en la práctica, de acuerdo a las particularidades del intercambio comercial entre Rusia y Bielorrusia las empresas no tienen por qué preocuparse.

—Si suponemos que van a llegar importaciones procedentes de terceros países perjudicando el comercio bilateral, pues esto no sucederá, debido a que nuestro comercio es bastante específico. Por ejemplo el suministro de tecnología bielorrusa, accesorios y partes, además del petróleo y gas. En este campo del mercado, no habrá cambios significativos.

De la entrada de Rusia en la Organización Mundial del Comercio se beneficiarán también los otros países de la Comunidad de Estados Independientes, justamente aquellos que ya son parte de la organización, entre los que se encuentran Ucrania, Armenia, Kirguistán y Moldavia. En caso de temas polémicos, las compañías de estos países podrán resolver sus conflictos con la parte rusa utilizando mecanismos adicionales de la OMC. Estos incluyen por ejemplo el arbitraje independiente. Si hacemos un balance global de lo que ofrece la OMC, de la adhesión de Rusia se beneficiarán también las empresas de Asia y Europa. Para el viejo mundo, aquello es de gran actualidad. La crisis de la deuda ha llevado a la reducción de consumo en Europa. Rusia, dicho sea de paso, que se encuentra en el grupo de los países más desarrollados del grupo BRICS, se ha convertido en un mercado muy atractivo para Europa. Tomemos como ejemplo el área automotriz; mientras que las ventas de coches en Europa disminuyeron en un 7% en el primer semestre del año, en Rusia han aumentado en un 15%. Sin embargo, la industria automovilística europea ya se encuentra en el mercado ruso, por lo que en los próximos años, aumentarán las exportaciones a Rusia de otros bienes. En primer lugar de aquellos que han reducido sus precios esta semana, sumando un 10% de los productos que cruzan la frontera rusa. Se trata de productos alimenticios como la carne y los productos lácteos, así como ciertas frutas y verduras. En este sentido sus precios pueden bajar. La reducción de los impuestos afectará a los automóviles, sin embargo dado al surgimiento de nuevos impuestos de utilización, los precios no van a variar muchos, consideran los expertos. Aunque esta es sólo la primera ola de reducción de impuestos. Las otras afectarán a otros bienes, en particular la tecnología de consumo.

La baja de precios de electrodomésticos y computadores, proporcionará un crecimiento de ingresos a los proveedores extranjeros, y en consecuencia a ganancias. Sin embargo, no todos se beneficiarán. Para entrar a mercado ruso, el gigante Apple y otras compañías estadounidenses tendrán que chocar con la enmienda Jackson-Vanik. A pesar de las promesas de muchos políticos estadounidenses de levantar la enmienda antes de la adhesión de Rusia en la OMC, aquello todavía no se ha hecho. Nadie puede predecir el día en que la enmienda sea abolida. Mientras tanto, las empresas estadounidenses siguen perdiendo sus posiciones, ya que la enmienda Jackson-Vanik no permite hacer uso de las ventajas que reciben las compañías de Europa y Asia. Según las cuentas de los analíticos, el daño a las empresas estadounidenses podría alcanzar miles de millones de dólares. Además, según el presidente de la Fundación “Perspectivas Nacionales” Alexey Kuzmin, los estadounidenses pueden perder otra posibilidad.

—Los mercados rusos aún son bastante grandes. Estos mercados, que antes estaban cerrados por la aduana, ni los estadounidenses ni los europeos o coreanos podían atravesar. Hoy en día, estos mercados serán ocupados por los europeos y coreanos, luego los estadounidenses tendrán la tarea de penetrar en un mercado ya ocupado. Esto es mucho más difícil que la asimilación de los nuevos mercados.

Pero, esto debe ser un dolor de cabeza de los Estados Unidos. En cuanto a la propia Rusia, la entrada en la OMC se ve bastante promisoria. Según el Banco Mundial, aquello permitirá a Rusia incrementar su PIB en más del 10%, o en doscientos quince mil millones de dólares. Sin embargo el Ministerio de Desarrollo Económico de Rusia, presentan un pronóstico más sopesado. Según el ministerio, el impacto de la adhesión de Rusia en la OMC será “neutral-positivo”.

Kiev espera cambiar su posición sobre el tema del gas en las relaciones con Moscú, ha declarado el presidente de Ucrania, Víctor Yanukovich, en el encuentro con su homólogo ruso Vladímir Putin cerca de Sochi.

El líder ucraniano anotó también que los dos países cuentan con buenas perspectivas para el trabajo en la esfera de la producción de alta tecnología en los mercados de los terceros países, ante todo de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) y especialmente en los mercados asiáticos.

La salida de Grecia de la zona euro podría causar un efecto dominó sin generar ningún beneficio para nadie.

Así declaró el primer ministro de Grecia, Antonis Samaras, en una entrevista con el semanario alemán Bild. Según él, a pesar de las declaraciones de ciertos políticos alemanes, Grecia no tiene intención de abandonar la zona euro.