El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, recibió hoy a la canciller alemana, Angela Merkel, para recabar su respaldo al proceso de reformas, mientras el Banco Central Europeo (BCE) decide en Fráncfort su programa de compra de deuda para aliviar los mercados.

Con más de trescientos periodistas y reporteros gráficos acreditados, Rajoy y Merkel posaron para las cámaras antes de comenzar su reunión y de compartir un almuerzo de trabajo en el Palacio de la Moncloa, sede del Ejecutivo español.

Previamente, el ministro español de Exteriores, José Manuel García Margallo, declaró que la crisis de la deuda sólo la puede resolver el BCE "apagando el incendio" y la reunión entre Rajoy y Merkel es "una más entre las muchas" que han tenido sobre el porvenir del euro.

En una entrevista que publica hoy el diario alemán Frankfurter Allgemeine, Rajoy subraya que "ahora es especialmente importante que se disipen todas las inseguridades sobre el euro" y que España pueda volver a financiarse "a precios razonables".

La cumbre hispano-alemana comenzó con un foro empresarial en el que participan directivos de las principales empresas de los dos países, junto a los líderes de las patronales y los sindicatos.

Ante ellos, el titular de Economía español, Luis de Guindos, explicó que España está haciendo lo que Alemania hizo hace diez años, con reformas para mejorar el mercado laboral, la competitividad y los mercados financieros.

De Guindos garantizó a los empresarios alemanes que la economía española es sostenible porque tiene capacidad de crecer a medio y largo plazo y se están "reconduciendo" las finanzas públicas.

El objetivo de este encuentro, que clausurarán Rajoy y Merkel tras una rueda de prensa, es fomentar las alianzas empresariales y las inversiones y impulsar así la salida de la crisis, dijeron fuentes del Ejecutivo español. EFE

Parecía que la reciente manifestación multitudinaria en Barcelona, como siempre en septiembre, pasaría bajo la señal de una típica fiesta nacional.

La municipalidad San Pedro de Torelló, de la provincia catalana de Barcelona, anunció su independencia. La resolución correspondiente fue aprobada hace unos días por los concejales municipales, los que proclamaron la ciudad "territorio catalán libre".

La dirección urbana envió además una petición al parlamento de Cataluña, para que examine, en los próximos dos meses, el asunto de la independencia de toda la comunidad autónoma, posiblemente, mediante un referendo. Los diputados recomendaban como pasos concretos a sus colegas del parlamento formar organismos propios de gestión estatal, como los ministerios de Finanzas y de Justicia, crear además un Banco nacional y una Dirección de Impuestos. Además, cabe abolir la resolución por la que se prohíbe el empleo del idioma catalán en la comunidad autónoma.

En España los ánimos separatistas han sido siempre fuertes entre los catalanes, explicaba en entrevista a nuestra emisora el analista de Radio Nacional de España, José Luis Pérez Manzano:

–También los municipios de La Bisbal del Panadés, Arenys de Munt, Vich y San Cugat del Vallés van a aprobar mociones similares. La verdad es que estos hechos no son demasiado novedosos. Debemos recordar que en Cataluña hay partidos claramente nacionalistas e independistas.

El periodista añadía que el detonante para los hechos que ocurren en la región es el Día nacional de Cataluña que allí celebran el 11 de septiembre. Sin embargo, la gota que colmó el vaso fue para los separatistas la nueva alza de precios de bienes y servicios, que se impuso a partir de otoño. Esta impopular medida forma parte del programa del gobierno para reducir el déficit fiscal en sesenta y cinco mil millones de euros hasta 2014, como lo exigen a España los líderes de la UE. Encarecieron considerablemente la bencina, la recreación y se espera un alza de precios en el sector turístico. La media de gastos para cada familia española ha aumentado en unos cuatrocientos setenta euros al año. Los españoles indignados no entienden por qué deben pagar de su bolsillo los préstamos y las promesas del gobierno, explicaba José Manuel Muñoz, de Barcelona:

–Consideramos que esto es inujusto, no somos culpables de la crisis económica y del paro.

Sin embargo, no cabe esperar en un futuro próximos cambios en la política financiera y presupuestaria del Estado. Así lo manifestaba el primer ministro Mariano Rajoy, al término de una reunión reciente en Madrid con el presidente de la UE, German van Rompey:

–Tenemos que hacer reformas para generar crecimiento y empleo. En ello estamos empeñados en una situación difícil y vamos a continuar trabajando cumpliendo nuestros compromisos como socios de la UE.

Estos argumentos justamente han sido el argumento principal de los separatistas catalanes, los que afirman que podrán mejorar la vida económica de la región si obtienen la independencia. A su juicio, Cataluña se encuentra al borde de un colapso por culpa de Madrid, razón por la que sea visto obligada a pedir al centro una ayuda financiera de cinco mil millones de euros.

En tanto, la mayoría de los expertos concuerdan con que, difícilmente reciba Cataluña la independencia. De ello hablan en particular los resultados de los sondeos de opinión, según los que los partidarios de la independencia son en Cataluña una minoría, asevera José Luis Pérez Manzano:

–Este escenario es prácticamente imposible, por lo menos a corto plazo.

El periodista agrega que, sin embargo, la opinión de la minoría merece también una atención. Lo principal es respetar los principios democráticos.