El tercer puesto es para el jefe de la Reserva Federal de EEUU, Ben Bernanke, el cuarto para la canciller alemana, Angela Merkel, y el quinto para el presidente de EEUU, Barack Obama.

La Voz de Rusia entrevistó al autor de la lista, Ian Bremmer, politólogo estadounidense y fundador de Eurasia Group:

—Eurasia Group es la mayor compañía de consultoría especializada en el análisis de riesgos políticos. Hice llegar a los ciento cincuenta expertos de la compañía mi visión del concepto de influencia y les pedí nombrar a las diez personas que consideraban las más influyentes del mundo. A base de estos rankings individuales se estableció la lista final.

—¿Cuál es su visión de influencia?

—A mi modo de ver, la influencia es la capacidad de implementar cambios importantes para el destino de muchas personas. No hago diferencia entre la influencia de un líder dentro de su propio país y a nivel internacional.

—¿Lo ha tomado por sorpresa el liderazgo de Putin?

—En absoluto. Si tomamos las atribuciones de Putin como político, no son muy importantes a nivel de un país tan enorme como Rusia, especialmente, en comparación con otros Estados. Hay muchas dictaduras pequeñas como Turkmenistán o Corea del Norte, donde el líder tiene un poder absoluto. Por otro lado, Rusia es un país inmenso, una economía importante, una superpotencia energética y un ejército poderoso, y todo esto lo controla una sola persona. Objetivamente, en términos de influencia, Putin es el político más influyente del mundo a estas alturas.

—¿Quiere decir que no ha considerado en este estudio los criterios humanitarios, sino que ha partido únicamente de la capacidad de implementar cambios importantes?

—Soy politólogo y mi compañía se dedica al análisis político. Si le interesa mi opinión sobre el mayor humanista o filántropo del mundo, tal vez hablaría de Bill Gates o Dalai Lama, pero no de Putin. Y si hablamos de influencia, hay que darle a Putin su merecido.

—La persona que sigue a Putin en la lista es Ben Bernanke, jefe de la Reserva Federal de EEUU. ¿Lo considera usted más influente que Obama?

—Este caso me parece muy interesante. Angela Merkel también se adelanta a Obama en esta calificación, porque, a mi modo de ver, sus esfuerzos por el bien de la Unión Europea valen mucho más. Obama es presidente de una superpotencia mundial, pero la política de Washington se ha vuelto en los últimos años tan impredecible y caótica que esto limita sustancialmente las posibilidades de Obama en comparación con sus predecesores. En cuanto a las decisiones importantes y los grandes cambios políticos, Merkel y Bernanke han hecho mucho más a nivel mundial que Obama.

—Volviendo con Merkel, cuando Grecia, Italia y España se vieron a punto de colapsar económicamente, todo el mundo tenía miedo al efecto dominó, pero Angela Merkel logró impedir la caída. El Banco Central Europeo propuso un plan de rescate para la zona euro que Merkel respaldó por completo. ¿Cree que el lugar que le corresponde en la lista es justo?

—Merkel no solo salvó a estos países, sino que lo hizo contando con el apoyo del 70 % de la población alemana, lo que es un récord. Merkel hace milagros. Ha hecho un trabajo excelente, no solo ha salvado a Grecia y la eurozona, sino que también ha contribuido mucho a la creación de la unión bancaria y fiscal de los países europeos, y todo esto, con el apoyo de la población alemana Merkel es una grata excepción entre los líderes que tienen serios problemas para enfrentar las consecuencias de la crisis.

—En algún momento, los problemas de la economía, el medio ambiente y el consumo de energía pueden agravarse muchísimo y habrá que buscarles una solución global ante el crecimiento poblacional y la industrialización. ¿Existe, a estas alturas, un líder capaz de consolidar los respectivos esfuerzos globales o, al menos, encauzar a los países hacia la solución común de estos problemas?

—A nivel internacional, no hay líder capaz de hacerlo. Antes de la crisis financiera, el papel protagónico en esta materia correspondía a EEUU, pero la situación ha cambiado y EEUU perdió su liderazgo global. No es que no haya líderes, pero son de categoría regional y no mundial.