El presidente de Rusia declaró que se pronuncia a favor de la transformación de la OTAN. Putin aboga por una organización puramente política y subrayó que la expansión del bloque preocupa a Rusia.

“Para qué está destinada la OTAN. No se sabe. La OTAN en gran medida es una herencia de la época de la guerra fría”, declaró el presidente ruso durante su reunión con los militares de la 201ª base militar rusa ubicada en Tayikistán. Además, Putin recalcó que Rusia preferiría que la OTAN no saliera de los marcos de su estatuto, no ampliara la esfera de su actividad y no se transformara en una organización global.

Los rusos valoran positivamente la política del presidente Putin, pero consideran que él tendrá que afrontar nuevos desafíos, opinan politólogos.

Según los sondeos, el 72 % de respondentes valoran positivamente el trabajo de Putin en el puesto presidencial. Los ciudadanos esperan de su nueva presidencia aumento de su bienestar, lucha contra la corrupción, asistencia médica gratuita, alta calidad de la educación y enseñanza, elevación del nivel de la industria y agricultura. Tales exigencias como el desarrollo de la democracia y otras más reunieron mucho menos votos de los encuestados.

Así lo declaró el ministro ruso de Relaciones de Exteriores Serguei Lavrov en una entrevista al diario Kommersant. Si la fase “reinicio” tomará mucho tiempo, ello significa que el programa está fallando. Tanto Rusia como los EEUU están dispuestos a reanudar el diálogo.

El hecho de que últimamente, los EEUU han apoyado la candidatura rusa para la adhesión a la OMC, significa que nuestras relaciones comienzan a cambiar, considera Will Pomerantz, sub director del instituto Kennan (Centro Internacional de Investigación de Woodrow Wilson, EEUU). “La ventaja de tener a Rusia en la OMC es que, en teoría, ello abrirá nuevos mercados de inversión para EEUU y dará a Rusia un mayor acceso a los mercados extranjeros. El continuo fortalecimiento de las relaciones comerciales puede servir de base para la creación de nuevas relaciones entre los dos países”, dijo Will Pomerantz en una entrevista a La Voz de Rusia.

Es evidente que Rusia y los Estados Unidos deben incluir en sus relaciones todas las cuestiones que hasta el momento solo existen virtualmente, informó en una entrevista a La Voz de Rusia, el sub director del Instituto de los EEUU y Canadá Víctor Kremenyuk.

—Se trata de cuestiones y seguridad energéticas, el medio ambiente, los problemas del mercado financiero, etc. Pero hasta el momento aquello no se vislumbra, ni hace parte de las relaciones.

“Siempre hemos tenido diferencias en cuanto a las cuestiones de los derechos humanos en Rusia, en la última década del sistema de defensa de misiles, y ahora sobre Siria”, señaló Tomas Grem de Kissenger Associated en una entrevista a La Voz de Rusia. El así llamado reinicio de relaciones ni siquiera ha comenzado. Según Tomas Grem, el problema radica en que entre Moscú y Washington no hay momentos positivos que pudieran convertirse en un contrapeso a estas diferencias. Con el experto estadounidense está de acuerdo el rector de la Academia Diplomática del ministerio de exteriores Evgueni Bazhanov.

—En lo que respecta a las perspectivas de nuestras relaciones, desde luego que hay razones para pensar que nuestras relaciones se desarrollarán. Sin embargo, nuestros intereses no siempre coinciden. Tenemos puntos de vista muy diferentes, tomemos como ejemplo a Irán, nuestros enfoques en la solución del problema en Oriente Medio difieren, también difieren las cuestiones respecto a Iraq y Corea del Norte. Pero lo más importante, lo que va a interferir entre nuestras relaciones son los intentos de los estadounidenses de establecer la hegemonía en el mundo.

El presidente ruso, Vladímir Putin celebra su sesenta cumpleaños.

El mandatario ha ocupado altos puestos estatales durante más de trece años. Este es su tercer aniversario en el cargo de Presidente.

Se considera prominente la capacidad del gobernante para trabajar.

No se recuerda ocasión alguna cuando Putin se haya enfermado. Incluso en sus vacaciones el presidente ruso no cesa en sus labores y se complace en llamar sus descansos como "vacaciones de trabajo".

A Putin no le gustan las grandes celebraciones, es por ello que celebrará su cumpleaños en su ciudad natal de San Petersburgo.

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