El partido oficialista Rusia Unida acaba de elaborar una “hoja de ruta” para el futuro desarrollo del país, basada en las iniciativas formuladas por Putin durante la campaña de comicios presidenciales. El documento consta de ciento sesenta puntos que abarcan las más importantes áreas de acción del Estado y la sociedad en los próximos años.
El texto de la “hoja de ruta” ha sido redactado a base de los siete artículos publicados por Vladímir Putin en los medios nacionales durante la campaña electoral. Sus temas eran: la seguridad interna, la política internacional, económica y social de Rusia, el desarrollo de la democracia y las relaciones interétnicas. El propio autor advertía que no se trataba de una mera retórica electoral, sino de un plan de acción concreto para los órganos del poder y una base para elaborar programas federales y regionales.
De aquí a medio plazo, el partido gobernante pretende apoyar esta “hoja de ruta” con leyes concretas encaminadas a plasmar en vida las iniciativas de Vladímir Putin. Esta labor ya se está llevando a cabo. Así, por ejemplo, la presidenta del comité parlamentario de seguridad y anti-corrupción, Irina Yarovaya, ha preparado un proyecto de ley sobre control parlamentario que pronto se debatirá en la Duma de Estado.
El vicegobernador de la región de Pskov, Denís Krávchenko, especificó en entrevista con La Voz de Rusia algunos detalles de la implementación de las iniciativas electorales de Vladímir Putin.
—Hemos preparado un proyecto de ley sobre la competitividad nacional. Esperamos mejorar con el mismo la situación actual para tener una economía realmente competitiva. Otro tema importante es el autogobierno local y la descentralización del poder. Tenemos preparado un paquete de enmiendas para que parte de los impuestos que pagan las pequeñas y medianas empresas vayan a parar en los presupuestos municipales. Tenemos todo listo para impartir una importante reforma del sistema político. Abarcará el tema del pluripartidismo, los comicios parlamentarios y las elecciones de gobernadores. Hay toda una serie de iniciativas sobre la política interétnica. Se está debatiendo la posibilidad de crear una institución especial encargada del tema. Hay importantes propuestas sociales. Se crean premisas adicionales para mejorar la capacitación profesional de los rusos.
Entre las múltiples iniciativas de la "hoja de ruta", se habla de la necesidad de crear veinticinco millones de nuevos empleos de alto nivel tecnológico y aumentar los salarios, pensiones y subsidios. El documento también trata de la política migratoria y la reforma administrativa.
El diputado de la Duma de Estado, Robert Shlegel, piensa que la "hoja de ruta" propiciará un desarrollo sostenible de gran envergadura.
—Hoy en día podemos proyectar nuestro desarrollo a largo plazo. Esto significa que vamos a tener un avance continuo y activo basado en un plan de acción común. Lamentablemente, en la década anterior, por toda una serie de razones, tuvimos que estar demasiado pendientes de los factores externos, incluida la crisis económica. Espero que esta década sea un período de crecimiento. Vamos a crecer y a posicionarnos entre las principales economías del mundo.
Según encuestas del Centro Nacional para el Estudio de la Opinión Pública, la mayoría de los rusos apoya las iniciativas de Vladímir Putin. La implementación de sus propuestas supone un considerable desembolso. Tan sólo la parte social de la "hoja de ruta" costará unos doscientos mil millones de dólares en un plazo de seis años. Rusia Unida afirma que los gastos aumentarán entre uno y medio y dos por ciento del PIB, lo cual, según el partido, es soportable para el presupuesto nacional. Las promesas electorales de los rivales de Putin suponían costos mucho mayores que el programa de desarrollo propuesto por el presidente electo.
Una sesión del Consejo Rusia-OTAN se abrió en Bruselas, siendo los países representados por sendos ministros del Exterior. El ministro ruso del Exterior toma parte en el encuentro.
El Secretario General de la alianza Anders Fogh Rasmussen recordó cumplirse este año el quince aniversario del Acto Fundamental Rusia-OTAN.
Rasmussen hizo notar el progreso en las relaciones entre Rusia y la OTAN que se ha hecho durante este período. Él resaltó la interacción eficaz en la cuestión de Afganistán.
Uno de los temas del encuentro es el propuesto despliegue por la OTAN de un sistema de defensa anti-misil en Europa. Rusia teme que eses planes amenacen su seguridad y el balance estratégico en el mundo.
Moscú está representado por el titular de Exteriores, Serguéi Lavrov, y por el nuevo embajador ante la Alianza, Alexander Grushkó. En el encuentro de hoy los analistas no esperan mayores revelaciones.
La mayoría de ellos coincide en que en el frente diplomático Rusia-OTAN reina la calma y, quizás, hasta fines de año.
El encuentro Rusia-OTAN transcurre en el marco del Consejo de la OTAN a nivel de ministros de Exteriores y de Defensa. Este foro es el último antes del evento más importante para la Alianza: la cumbre de mayo en Chicago. La OTAN tiene problemas de sobra: por ejemplo, los crecientes problemas en Afganistán, el agravamiento de la situación en Oriente Próximo, la negativa de los países europeos a asumir un fardo adicional de apoyo a las operaciones militares. Todo esto exige a la jefatura de la OTAN una reacción operativa. En tal situación lo mejor sería una cooperación más estrecha con Rusia. Pero el inconveniente está, sobre todo, en el trillado problema del sistema norteamericano de defensa antimisiles en Europa.
La actual sesión del Consejo Rusia-OTAN será la primera para el nuevo embajador ruso ante la Alianza: el viceministro de Exteriores, Alexander Grushkó. Durante su desempeño en la cancillería también se ocupó, entre otras cosas, de los problemas de la seguridad internacional y el desarme, incluso en el contexto de las relaciones de Moscú con EEUU y con la OTAN. Los observadores opinan que su designación es una señal clara a los socios occidentales: Rusia está dispuesta a seguir buscando resoluciones mutuamente provechosas sobre los problemas internacionales.
¿Pero la dirigencia de la Alianza está dispuesta a mantener semejante diálogo? De palabra sus líderes manifiestan semejante disposición. El secretario general de la OTAN incluso llegó a anticipar el logro de acuerdo sobre el escudo antimisiles. “Espero que podamos acordar la creación de dos centros de información con Rusia” –dijo Anders Fogh Rasmussen. Claro que lo dicho poco después por el director de la Oficina de Información de la Alianza en Moscú, Robert Pszel, resultó disonante. Él considera que el emplazamiento de misiles S-400 en la región de Kaliningrado no favorece el fomento de la cooperación. Los misiles rusos –según Pszel, “representan una amenaza, de la cual no se habla con la OTAN”.
Los dirigentes de EEUU y de la OTAN siguen asegurando obstinadamente a la parte rusa que el sistema de defensa antimisiles no amenaza de ninguna manera al potencial estratégico de Rusia. Pero ya son varios años que se niegan categóricamente a registrar este hecho sobre el papel –recordó a La Voz de Rusia el director del Centro ruso de Estudios socio-políticos, Vladímir Evséiev:
—Supongo que en la actual situación Occidente no ofrecerá a Rusia las garantías jurídicas sobre la defensa antimisiles que este país exige. Por cierto que la concesión de garantías por escrito de que el sistema norteamericano no apunta a Rusia sería un gran avance y permitiría encontrar toda una serie de soluciones. Pero difícilmente valga la pena ahora confiar en ello. Teniendo en cuenta la situación conformada Rusia debería emprender la creación de su propio sistema de defensa antimisiles.
Las declaraciones de los funcionarios de la Alianza la víspera de la celebración del Consejo Rusia-OTAN tienen un carácter político –apunta el presidente del Fondo de Apoyo a las Reformas Militares, Pável Zolotariov:
—Si ellos dicen que el sistema norteamericano o europeo de defensa antimisiles tiene un carácter meramente defensivo y no debemos temerle, exactamente lo mismo se puede decir del sistema S-400. Es un sistema meramente defensivo y debe formar parte del armamento independientemente de si los norteamericanos instalen o no el sistema antimisiles.
Difícilmente escuchemos ahora algo nuevo con respecto al escudo antimisiles –estima el experto. Al menos hasta noviembre, cuando se celebren en EEUU las elecciones presidenciales, todo se limitará a variaciones de las anteriores declaraciones, sin el menor avance.
Todos los miembros del Consejo Rusia-OTAN confirmaron su compromiso con el mantenimiento de la paz y seguridad en Euroatlántica, según refirió el Ministro ruso del Exterior Serguei Lavrov hablando sobre los resultados de la sesión del Consejo.
Lavrov subrayó el empeño de las partes en combatir el terrorismo y recordó el éxito del ejercicio militar conjunto de Rusia y la OTAN dedicado a la defensa anti-misiles en un teatro de operaciones.
Moscú intenta continuar las conversaciones con la OTAN para obtener las garantías de que el sistema de defensa anti-misiles que está siendo desplegado en Europa, no está dirigido contra Rusia, refirió Lavrov.
Moscú se ha negado a participar en la reunión de París sobre el caso sirio, a pesar de haber recibido una invitación, según anunció hoy el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Alexander Lukashevich.
Lukashevich explicó que este evento organizado sin la participación de representantes de Damasco, es incompleto, igual que la anterior reunión del así llamado los "Amigos de Siria" en Túnez y Estambul.
En este sentido, en Moscú exhortan a los que realmente quieran poner fin al sufrimiento del pueblo sirio, a no participar en política destructiva de aficionados, sino apoyar los esfuerzos de Kofi Annan y el Consejo de Seguridad de la ONU.
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