En la reunión de la comisión bilateral intergubernamental también se analizaron otros asuntos no menos importantes. La agenda incluso fue ampliada más tarde, durante la visita de Rogozin a Transnistria.
Transnistria, también denominada República Moldava de Pridnestrovie, es un estado no reconocido por nadie, que hace muchos años se autoproclamó independiente de Moldavia, aunque legalmente sigue siendo su parte. A finales de los años ochenta del siglo pasado, cuando los nacionalistas de Moldavia intentaron quitarle al idioma ruso el estatus de lengua oficial, reservando esta condición exclusivamente para el idioma moldavo, la población rusoparlante de Transnistria, integrada básicametne por rusos étnicos, anunció que estaba disconforme con esta política y se separaba de Moldavia.
El país se vió envuelto en una oleada de mítines y manifestaciones que en verano de 1992 desembocaron en un conflicto armado entre Chisinau y Tiráspol, capital de Transnistria, con numerosas víctimas por ambos lados. El derramamiento de sangre fue detenido por el ejército ruso que entró a Transnistria. Actualmente, es un cuerpo de tropas de paz el que mantiene la seguridad en la ribera izquierda del río Dniéster. Aunque las hostilidades no se han repetido en los últimos veinte años y a pesar de tener todos los atributos de un Estado – instituciones públicas dirigidas por un presidente, un ejército y una moneda propios – Transnistria sigue sin ser reconocida como nación independiente.
Últimamente, Moscú insistió mucho en la necesidad de abrir un consulado ruso en la ribera izquierda del Dniéster para prestar servicios consulares a la población de Transnistria. Chisinau se demoró bastante antes de aceptar la proposición. Pero, al fin y al cabo, dió su visto bueno, y ahora en una de las ciudades de Transnistria, Beltsi, se abrirá un consulado de Rusia. En poco tiempo deben también comenzar las negociaciones sobre la apertura de una legación rusa en Tiralspol, dice Dmitri Rogozin:
—El próximo 22 de noviembre vamos a abordar la apertura de un consulado general de Rusia en Tiráspol en las consultas entre nuestros Ministerios de Exteriores. Este es un tema muy importante. Nuestra intención es garantizar la normalidad de la existencia de ciudadanos rusos en territorio de Moldavia y Transnistria. Un consulado general no es una embajada, sino una muestra de respeto a la ingegridad territorial de la República de Moldavia que Rusia siempre ha apoyado.
Una vez partido el visitante ruso hacia Transnistria, las autoridades de Moldavia declararon que la apretura de un consulado de Rusia en Tiráspol será imposible. El presidente de Moldavia, Nikolai Timofti, explicó que esto podría ser interpretado como una señal de independencia de la república autoproclamada. La parte rusa no está de acuerdo con esta manera de ver las cosas ni tampoco aceptará cambios de formato de la operación de paz en la zona del conflicto, manifestó Dmitri Rogozin, estando ya en Tiráspol:
—El formato de la operación de paz se mantendrá en su totalidad. No se trata de un destacamento de guerrilleros, sino de un cuerpo de las Fuerzas Armadas de Rusia que están en proceso de reorganización. La reforma abarca también a la unidad encargada de mantener la paz en esta región.
El estatus de Transnistria no es el único problema en las relaciones ruso-moldavas. Un tema no menos complicado es la cooperación energética. Aunque el primer ministro de Moldavia, Valeriu Lazar, se ve bastante optiista al hablar sobre este asunto ante las cámaras de televisión:
—Moldavia es un socio confiable de Rusia para mantener la continuidad de sus expotaciones de productos energéticos a esta región, los Balcanes y el resto de Europa. Hemos analizado la situación trazando el camino para desarrollar importantes proyectos regionales. Nuestra tarea a corto y mediano plazo consiste en finiquitar las consultas pasando a acordar un paquete de medidas de cooperación en la esfera de gas y la energía eléctrica. Y lograr que los consumidores en Moldavia y los países que reciben el gas ruso a través de nuestro territorio no tengan problemas de escasez de energía eléctrica.
Sin embargo, el tema de la deuda sigue abierto. Su solución depende no solo de la cuestión del pago de la deuda aún sigue abierta. Este problema tiene carácter no solo económico, sino también político. Gran parte de la deuda corresponde a Transnistria y Moldavia no tiene la intención de pagarla. Entonces surge la duda: por un lado. Chisinau considera Transnisria como parte de su territorio, mas por otro, rehusa solucionar sus problemas, señala Dmitri Rogozin:
—Si se trata de un estado único, tal como lo plantea Chisinau, la cuentra también debe ser una sola. Otra cosa que nuestro plan de arreglo de la deuda moldava por gas considera el hecho de que una importante parte de esta deuda es de Transnistria. Respecto a nuestros planes específicos y modelos económicos para lograr el arreglo de la deuda de gas de Transnistria, no los vamos a implementar antes de tener claridad sobre el tema por parte de Chisinau.
Otros temas bilaterales pendientes de solución siguen siendo el tratado de readmisión y el convenio de protección de los derechos de la migración laboral. Los expertos estiman que ambos documentos serán firmados a corto plazo.
Más información:
Teléfonos:
llamadas desde el extranjero: (+34) 934 155 019
llamadas de España: 807 502 008
llamadas urgentes desde España: 807 502 008
Coste por minuto para el llamante desde red fija 1,18 € y desde red móvil 1,53 € (IVA Incl.)
fax: (+34) 934 157 044
This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Un cordial saludo,
New Counsel.
Telefonos oficina central:
llamadas extranjero: (+34) 934 615 906
llamadas España: 9934 615 906
llamadas urgentes: 615 423 358
fax: (+34) 934 615 906
This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.