La crisis en el pequeño Chipre ha llamado una vez más la atención sobre las tendencias centrífugas en la UE. Marine Le Pen, jefa del partido opositor de Francia Frente nacional, ha exhortado hoy a los habitantes de los países de la UE a exigir la salida de la Unión.

Está a la vista una crisis de la integración europea, considera el director del Instituto de Globalización y Movimientos Sociales Borís Kagarlitski. Todos se acuerdan del reciente referendo en Cataluña. Y Baviera, relativamente parecida por su importancia en Alemania a Cataluña, insiste en su independencia financiera de Berlín. Los acentos separatistas se ponen asimismo en una serie de otros países de la UE. Así en Bélgica, estos son bien visibles en Flandes. Al propio tiempo, la zona industrial del Norte de Italia no está en contra de separarse de las provincias del Sur. Se firmó ya un acuerdo sobre el referendo en 2014 acerca de la plena independencia de Escocia.

Nuestro experto Borís Kagarlitski dice:

—A nivel político los nacionalistas escoceses y catalanes se han alentado porque se vive un momento en que pueden contar con una base masiva de “disconformes”. Es decir, de todo es culpable Madrid o Londres. Y, a propósito, en esto están interesadas las élites del centro, digamos en España, ahogándose en pugna entre sí, y conscientes de que no habrá independencia alguna ni de Cataluña ni de Escocia.

El politólogo ruso Borís Karagrlitski está convencido de que nadie de los representantes de los sectores separatistas deseará tomar la decisión definitiva sobre la separación, asumir la responsabilidad en el momento tan complejo desde el punto de vista de la economía europea. Por eso hoy es posible un compromiso. Y esto se vuelve el leitmotiv de las negociaciones que se mantienen aquí y allá.

La semana pasada en Madrid tuvo lugar un encuentro del presidente del gobierno Mariano Rajoy con el presidente de la Generalitat de Cataluña Arturo Mas. La prensa lo llamó “a puertas cerradas” porque en este se planteaban supuestamente cuestiones muy álgidas, en primer lugar las relaciones de la autonomía con el centro. En el Palacio de la Moncloa se habló de los problemas corrientes. En todo caso, nuestro experto del Instituto de Estudios Europeos de la Academia de Ciencias de Rusia Nikolai Kavéshnikov supone:

—Aquí tienen lugar factores económicos. Si hablamos de las regiones desarrolladas de España, con una economía competitiva en el mercado europeo, se torna claro que Cataluña bien siente que es una región que nutre a cuenta propia las demás, incluida la de Madrid.

Han pasado varios meses desde el primer encuentro del presidente del gobierno de España con el jefe del gabinete de Cataluña, que transcurrió en un ambiente febril de búsqueda de compromisos, bajo la señal del futuro referendo sobre la separación de la autonomía. Desde el punto de vista de nuestro experto Nikolai Kavéshnikov, es bien posible que la presente cita de Mariano Rajoy con Arturo Mas era, igual que la anterior, “asimétrica”, es decir los problemas del déficit presupuestario y la política fiscal se examinaban desde la postura del centro. Pero ahora con una singularidad: Madrid quisiera ver más responsabilidad in situ, en las regiones del país.

Autor: Alexander Sudníshnikov