Hoy, 12 de septiembre, la Comisión Europea presenta el proyecto de la unión bancaria europea.
¿Será un remedio contra la crisis económica global? La integración europea se ha desarrollado por fases: la nacionalidad única, la supresión de fronteras en el marco de la zona Schengen, la moneda única, el euro. La creación de la unión bancaria, llamada a integrar las bancas nacionales en un sistema financiero común estaba prevista tan solo para 2014, pero las actuales dificultades financieras obligan a tomar decisiones con urgencia. Las entidades crediticias, sobre todo, las de la eurozona, se someterán a un estricto control supranacional. Mantendrán el nivel del capital propio, no conceder préstamos “arriesgados” y cumplir con las condiciones del apoyo a la banca.
El castigo para los infractores será severo. Sin embargo, todo parece indicar que se ha conseguido dar con la manera de no aumentar las deudas de los países en dificultades, dado que los fondos de ayuda no se transferirán a los Gobiernos nacionales, sino directamente a los bancos.
¿Se podría decir que la eurozona está salvada? Contesta el asesor del Ministerio de Desarrollo Económico de Rusia, experto jefe de la Corporación financiera “Sistema”, Evgueni Nadorshin:
—La creación de la unión bancaria y de un regulador financiero único impedirá que las deudas desaparezcan: el problema precisa de una solución que dure años o incluso décadas. No obstante, la existencia de un sistema común podría aliviar la situación. España, Italia, Grecia y Portugal no solo tienen problemas con los fondos públicos, sus entidades crediticias también se encuentran en una situación delicada. El regulador se encargará precisamente de solucionar los problemas por separado. En realidad, la falta de un organismo de regulación siempre ha sido el punto débil de la eurozona.
¿Cuál es la razón de que no se haya creado antes? Lo que ocurre, es que todos los miembros de la zona del euro aspiraban a conservar su soberanía, cosa, que por otra parte parece ilusoria en un espacio donde circula la moneda única. Tras integrarse en la eurozona, ya perdieron parte de sus potestades en la realización de una política crediticia y monetaria independiente. Es una pena que no hayan delegado en un mayor grado en las estructuras comunitarias. En este caso, la unión monetaria habría sido menos vulnerable a la crisis.
Actualmente, los países comunitarios no tienen otra opción que seguir con el proceso de la integración y en la esfera fiscal y presupuestaria también.
El encargado de controlar el funcionamiento de la unión bancaria europea será el Banco Central Europeo. Su poderío no será absoluto: la Canciller alemana, Angela Merkel, ya ha propuesto limitar su “campo de visión” por los veinticinco bancos integrados.
La variante definitiva del proyecto será presentada para la Cumbre de la UE fijada para el próximo diciembre. Se planea la aprobación del documento.
“En estos momentos ya queda claro que el vector del futuro desarrollo de Europa es la integración económica que no tardará en promover la integración política”, opina el Jefe del Departamento de la integración europea del Instituto de economía mundial y relaciones internacionales de la Academia de Ciencias de Rusia, Serguei Utkin.
—Se está imponiendo de manera paulatina la tendencia hacia una integración más profunda, no va en ascendiente, por supuesto, pero seguramente la unión en una esfera no tardará en desembocar en unas relaciones más estrechas en otros campos. Para que todas las partes acepten la idea de la integración política, se necesitará tiempo. En mi opinión, el proceso empezará con la integración económica y, por lo menos, a lo largo de la próxima década se evitarán ideas altisonantes del tipo “federación” o “confederación”. Sin embargo, de cara a problemas comunes, como por ejemplo, el envejecimiento de la población activa, la reforma del sistema de pensiones, los procesos migratorios, la seguridad social y demás, los europeos se verán obligados a aplicar una política coordinada.
De modo que la integración bancaria junto con el control sobre instituciones financieras y, en primer lugar, sobre el sector monetario, representa, sin lugar a dudas, otro paso hacia una más profunda integración dentro de la Unión Europea.
Más información:
Teléfonos:
llamadas desde el extranjero: (+34) 934 155 019
llamadas de España: 807 502 008
llamadas urgentes desde España: 807 502 008
Coste por minuto para el llamante desde red fija 1,18 € y desde red móvil 1,53 € (IVA Incl.)
fax: (+34) 934 157 044
This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Un cordial saludo,
New Counsel.
Telefonos oficina central:
llamadas extranjero: (+34) 934 615 906
llamadas España: 9934 615 906
llamadas urgentes: 615 423 358
fax: (+34) 934 615 906
This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.