El primer ministro y presidente electo de Rusia, Vladímir Putin presentó a los diputados su tradicional informe anual, en el que hizo un balance de la gestión del gobierno en 2011, y anunció los principales parámetros del desarrollo futuro del país.

Esta vez, Putin habló ante un cuerpo de diputados renovado, tras los comicios legislativos de diciembre pasado y, además de primer ministro, intervino en calidad de presidente electo.

Putin comenzó señalando que, a pesar del eco de las batallas electorales que todavía se escucha, la lógica de un proceso democrático maduro consiste en que después de las elecciones comience un período más importante: el de trabajo conjunto.

Al resumir sus cuatro años de gestión como jefe de ejecutivo, Putin señaló que le tocó trabajar en condiciones de una crisis financiera y económica global jamás vista en la historia de la humanidad:

—Sin duda que la crisis nos afectó a nosotros lo mismo que a los demás países del mundo. Por razones de fuerza mayor, perdimos tiempo y velocidad en el desarrollo de algunos proyectos de reformas, pero logramos mantener el rumbo general hacia adelante. En efecto, sufrimos una fuerte recesión. Pero la recuperación de Rusia fue mucho más rápida que la de muchos otros países. Hoy tenemos la más alta dinámica de crecimiento entre los países del G8 y una de las mejores entre las principales economías mundiales. Permítanme recordar, a manera de comparación, que EEUU tuvo una tasa de crecimiento del 1,7 %, la zona euro, del 1,5%; la India, el 7,4%; China, el 9,2; y Rusia, el 4,3%. Tenemos el tercer resultado entre las principales economías mundiales.

Una dinámica positiva se observa en todos los indicadores clave de la economía nacional. Rusia es el único país del G8 que cerró el año 2011 sin déficit presupuestario e incluso con un pequeño superávit. La deuda pública es inferior al 10% del PIB. Para comparar, la zona euro tiene una deuda pública de un 90%. En caso de EEUU e Italia este indicador supera el 100% del PIB. Rusia posee la tercera más importante reserva mundial de oro y divisas, después de China y Japón. En los últimos cuatro años, la tasa de inflación ha disminuido del trece al seis por ciento. Un nivel tan bajo de inflación jamás se había visto en la historia de Rusia. El primer ministro calificó la estabilización y el crecimiento de la población en Rusia como uno de los mayores éxitos. El año pasado la población del país superó los ciento cuarenta y tres millones. No permitimos que la crisis afectara las tendencias demográficas positivas, señaló Putin:

—Al evaluar los resultados de estos cuatro años, tenemos todas las razones del mundo para afirmar que Rusia no sólo ha superado la crisis, sino que ha tenido un avance significativo, serio y notable y que hoy en día somos más fuertes que antes.

En cuanto al futuro desarrollo del país, Putin se comprometió a elaborar “hojas de ruta” para cumplir todas sus promesas expuestas  durante la campaña electoral, ya en su primer decreto como presidente del país. En esta ocasión anticipó entre las cinco prioridades del desarrollo nacional la demografía, el fomento de los territorios del Extremo Oriente y Siberia, la creación de empleos de alta calidad, la construcción de una nueva economía y el fortalecimiento de las posiciones de Rusia en el ámbito internacional. La integración euroasiática es el camino para avanzar en este sentido. En esencia, los procesos integracionistas tendrán de esta manera un carácter irreversible, expresó Putin:

—Quisiera hacer hincapié en la creación de la Unión Aduanera y el Espacio Económico Único. En mi opinión, éste es el proceso integracionista geopolítico más importante en el territorio postsoviético desde el colapso de URSS. Nuestro próximo paso será echar a andar, a partir de 2015, el proyecto de unión económica euroasiática. Esperamos que las naciones interesadas en una cooperación más avanzada se sumen a la alianza de Rusia, Bielorrusia y Kazajstán.

Otro desafío será mejorar el clima para las inversiones. Rusia debe ser un país no solo competitivo, sino también atractivo para los negocios. Nos hemos planteado la tarea de ascender cien peldaños en este sentido desde el lugar ciento veinte que ocupamos hasta el veinte, dijo Putin, en tanto que disipó los temores de algunos diputados con respecto al ingreso de Rusia en la Organización Mundial de Comercio (OMC):

—Estoy seguro de que estratégicamente la participación en la OMC significa un fuerte estímulo para un desarrollo innovador y dinámico de nuestra economía. Un mercado transparente y más competitivo beneficiará a los ciudadanos de Rusia y estimulará al productor nacional para seguir avanzando. Se abrirán nuevos mercados y nuevas perspectivas que todavía no sabemos evaluar correctamente. Por último, la OMC nos brinda la oportunidad de defender nuestros intereses de manera civilizada, dentro del marco legal.

Putin señaló que la población tiene por delante una nueva etapa en el desarrollo de Rusia, la que supone creación un orden público, económico y social y un sistema social en capacidad de garantizar la prosperidad de los ciudadanos por varias décadas. Para Putin como primer ministro, éste fue su último informe ante la cámara baja del parlamento. Volverá a comparecer ante los diputados en mayo en su nueva condición de presidente de Rusia, esta vez,  para presentar al nuevo primer ministro.