La renuncia a desplegar la cuarta fase la hizo pública el pasado 15 de marzo en Washington el nuevo secretario de Defensa de EEUU, Chuck Hagel. EEUU decidió congelar el emplazamiento de misiles interceptores en Polonia y centrarse en la defensa de su propio territorio. Hacia 2017 en Alaska serán desplegados catorce misiles interceptores pesados y en Japón entrará a operar otro radar. Paralelamente, en la costa oriental de EEUU se está habilitando una nueva base de misiles interceptores emplazados en silos.

El viceministro de asuntos exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, manifestó el lunes a la prensa que Moscú no interpreta la decisión de EEUU de renunciar a la cuarta fase de la Euro DAM como una concesión a Rusia, y no considera que estos ajustes suponga un cambio radical de en la actitud de EEUU en cuanto al escudo antimisiles en el Viejo Continente.

La mayor parte de expertos rusos comparten plenamente este criterio. Si EEUU realmente hubiera abandonado sus intenciones en cuanto a la EuroDAM, Moscú lo habría destacado. Pero esto dista leguas de ser realidad, comenta el subdirector del Instituto ruso de EEUU y Canadá, Pável Zolotariov:

—Nada indica que EEUU renunció definitivamente a desplegar la cuarta zona de defensa antimisiles en Polonia, por lo cual no cabe sobrevalorar la decisión de Washington. Ahora EEUU afronta problemas económicos. Además, el propio principio adaptativo consiste en que los antimisiles serán emplazados cuando Irán represente una amenaza. Así que no hay cambios de actitud.

Moscú opina que debido a la reducción del presupuesto de Defensa en 45.000 millones de dólares, EEUU se ha visto forzado a modificar los planes de despliegue del escudo antimisiles en Europa. También ha influido la imperfección técnica de los sistemas que EEUU tenía previsto desplegar, expresa el director del Centro de estudios político-sociales, Vladímir Yevseev:

—Tan pronto los problemas financieros y técnicos sean resueltos, EEUU procederá a implementar los planes antes mencionados. O sea, no es otra cosa que una pausa y no de garantías en las que insiste Rusia. El Kremlin parte de que los planes de despliegue simplemente han sido aplazados. Y si están aplazados, ¿por qué Rusia debe hacerle contrapartidas a EEUU?

A juzgar por todo, el problema del despliegue del escudo antimisiles de EEUU y la OTAN en Europa y la nueva iniciativa de Washington será el tema clave de la agenda de las negociaciones ruso-estadounidenses que se celebrarán en Ginebra hoy y mañana con la participación de Serguei Riabkov y secretaria de Estado adjunta de EEUU para el control de armas, Rose Gottemoeller. En esta situación no cabe esperar avances algunos en materia de desarme, está convencido Vladimir Yevseev:

—La postura de Rusia es como sigue. Si en 2010 Rusia y EEUU firmaron un nuevos Tratado START en Praga, primero hay que cumplirlo. Desde el momento de su suscripción hasta el cumplimiento quedan siete años. ¿Para que celebrar ahora un nuevo tratado?

Moscú está dispuesta a continuar el diálogo sobre el desarme con EEUU, pero, igual que antes, seguirá insistiendo en documentos jurídicamente vinculantes en los que esté refrendado que los elementos de la EuroDAM estadounidense no apuntan contra las fuerzas estratégicas nucleares de Rusia.