El presidente las presentó en su discurso anual ante la Asamblea Federal el 12 de diciembre. Las ideas expuestas por Vladimir Putin obtuvieron gran resonancia no solo entre los expertos y políticos rusos sino también entre los extranjeros. Los analistas resaltaron lo principal del discurso: En un futuro cercano, a Rusia le esperan grandes cambios que afectarán no sólo los asuntos internos del país, sino también sus posiciones en la palestra mundial.

Se avecinan cambios en todas las áreas del país, en la política económica, social, interna y externa. Se trata en primer lugar de las relaciones entre el gobierno y los ciudadanos, no en vano Vladimir Putin dedicó una atención especial a esta cuestión. Los rusos están acostumbrados a pensar que los funcionarios gobiernan a las personas. Justamente estas son las relaciones que hay que cambiar en primer lugar, cambiar no con discursos sino con hechos, enfatizó el presidente.

—La responsabilidad por el país no se forma con pancartas y discursos sino cuando las personas realmente se da cuenta de que el gobierno es transparente, accesible y trabaja en nombre del país, ciudad, región, pueblo, por cada ciudadano teniendo en cuenta la opinión pública. El gobierno no debe ser un grupo aislado. Tan solo en este caso se podrá crear una base moral sólida para imponer el orden, la libertad, la moralidad, la solidaridad ciudadana, la verdad, la justicia y la conciencia nacional.

Hay que señalar que justamente las palabras de Vladimir Putin acerca de la singularidad de la democracia y civilización rusa y la necesidad de una integración al continente euroasiático, provocaron fuertes críticas por parte de ciertos politólogos occidentales. En particular, en la víspera del discurso de Putin, apareció un artículo en el periódico The Financial Times en el que se critica esta postura. Sin embargo, la mayoría de los expertos concordaron con esta posición. Así, según Steven Pifer especialista del Instituto Brookings de los EEUU, no hay nada extraordinario en los deseos de integración por diferentes países. Las palabras de Vladimir Putin, de la necesidad de continuar estos procesos en el espacio Post Soviético no hay que interpretarlas como el deseo de Moscú de restaurar la URSS. La adhesión voluntaria de países a organizaciones como la OTSC y la Unión Aduanera de Eurasia es una cuestión personal.

Mientras tanto, el rector de la Universidad Rusa de Economía, Sergei Markov destacó en primer lugar el aspecto moral y ético del mensaje.

—Vladimir Putin se está alejando del pragmatismo que reinaba en la primera década del siglo XXI, y del que se cansó Rusia. El país demanda un enfoque basado en los valores e ideales. Putin lo dijo directamente: “Debemos revivir la moral y alejarnos del egoísmo salvaje”. El presidente entiende que el país necesita de una ideología nacional, y esbozó sus principios generales.

En efecto, el mensaje del presidente fue destinado a los rusos de a pie. Vladimir Putin recordó que mediante los esfuerzos mancomunados el pueblo logró quebrar las tendencias destructivas de los años 90s cuando la economía del país colapsó y la población se reducía cada año en un millón de personas. Los rusos confiaron en la estabilidad, esto, según el presidente, se puede juzgar tan solo al ver la tasa de natalidad. La tradición de los pueblos que habitan Rusia es “vivir para el futuro de los niños”. Pero ahora, se puede disfrutar de su propia vida, aseguró Vladimir Putin.