Mensaje del presidente
En presencia de los miembros de parlamentos de diversos niveles, personalidades sociales, líderes de los principales partidos políticos y religiones, gobernadores de provincias y ministros, el presidente señaló las prioridades del desarrollo del país para los próximos años. Reformas sociales, recuperación espiritual y moral, reestructuración económica, modernización del sistema de gobierno, autopurga de las instituciones del poder y posicionamiento de Rusia en la política global son solo algunos de los temas abordados en detalle por el primer mandatario del país. Prácticamente, el líder ruso expuso su visión sobre todos los problemas grandes y pequeños de la vida de la nación que preocupan a cada familia rusa y a cada sector de la sociedad.
En este su noveno mensaje al parlamento en calidad de jefe de Estado, Vladímir Putin se centró exclusivamente en la llamada “agenda del futuro”. Si después de ser elegido en el año dos mil para su primer mandato presidencial, los principales temas de su discurso fueron la preservación de la integridad del Estado, el fortalecimiento de la vertical del poder y la lucha contra la pobreza, en esta ocasión el presidente habló fundamentalmente de cómo debe ser Rusia en un próximo futuro, a raíz de su avance de los últimos doce años. Desde principios de la década del dos mil, se ha duplicado el PIB de Rusia, han disminuido varias veces la deuda pública y la inflación, se ha superado el “abismo” demográfico y se ha logrado recuperar la confianza de la población en el Estado. Pero, a pesar de estos evidentes progresos, Rusia no puede quedar al margen de los importantes retos globales, siendo parte importante del mundo, expresó Vladímir Putin:
—Ahora nos planteamos la tarea de crear una Rusia rica y próspera. Dentro de esta línea, todos debemos entender que los próximos años van a ser sumamente importantes y, tal vez, cruciales. No solo para nosotros, sino prácticamente para el mundo entero que está entrando a una época de cambios y, de repente, también conmociones cardinales. El desarrollo global va perdiendo uniformidad. Surgen premisas para nuevos conflictos económicos, geopolíticos y étnicos. La rivalidad por los recursos naturales es cada vez más dura, y no solo por los metales, el gas y el petróleo, sino principalmente por el recurso humano, por la riqueza intelectual. Ser líder de esta competencia o un colista que inevitable perdería su independencia, depende no solo del potencial económico de cada nación, sino también de su voluntad, su energía interna, sus ambiciones y su capacidad de avanzar hacia los cambios.
En opinión del presidente, Rusia debe mantener su identidad como garantía para fortalecer su potencial. En este sentido, adquiere especial relevancia el concepto de patriotismo que debe ser entendido como responsabilidad civil, señaló Putin:
—En el mundo del siglo XXI, Rusia debe ser un país soberano e influyente. Aparte de un desarrollo sostenible, tenemos que mantener nuestra identidad nacional. Ser y seguir siendo Rusia. Creo que justamente la responsabilidad civil y el patriotismo son las bases adecuadas para consolidar nuestra política. Ser patriota es algo más que respetar y tratar con afecto la historia de su patria. En primer término, es servir a su país y a la sociedad. Una sociedad no puede sobrevivir, si no hay responsabilidad civil de sus miembros. De la misma manera no podrá existir un país, especialmente, un país multinacional, si se ha perdido la responsabilidad general de sus instituciones públicas. La responsabilidad por un país se está formando en la ciudadanía, cuando está claro que el poder es accesible, transparente y también está trabajando con el sudor de su frente por el bien del país y de cada uno de sus ciudadanos. Y que respeta la opinión pública. El poder no debe constituir una casta cerrada. Es la única forma posible para sentar una sólida base moral de un progreso creativo.
Vladímir Putin agregó que, para garantizar su soberanía, Rusia deberá tener una mayor participación en el plano geopolítico. Se trata de la economía, la cultura, la diplomacia y el poder militar que es la principal garantía de la seguridad y la independencia del país. En su mayor parte, el mensaje presidencial estuvo dedicado a la formación patriótica de la ciudadanía, el papel de la educación y la familia y la necesidad de aprovechar las ricas experiencias de la historia y la cultura del país y de sus pueblos. El jefe de Estado admitió que Rusia requiere de una recuperación espiritual y moral y que hay que hacer frente a fenómenos como el nacionalismo y el chovinismo.
En cuanto al sistema estatal de Rusia, la democracia es la única opción, señaló Putin:
—Compartimos los principios democráticos universales reconocidos a nivel mundial. Sin embargo, la democracia en Rusia es el poder del pueblo de Rusia, precisamente dicho. Pueden cambiar los partidos gobernantes, el Ejecutivo, el presidente, pero no se deben tocar las bases del Estado y la sociedad, ni romper la continuidad del desarrollo nacional, ni revisar la soberanía y las garantías de los derechos y libertades del ciudadano. La democracia no se limite a la posibilidad de elegir un poder, sino que también supone someterlo a un control permanente.
El presidente destacó que las autoridades deben entablar un diálogo con la oposición. A su vez, los opositores deberían defender sus reivindicaciones dentro de los marcos legales. De lo contrario, la modernización del sistema político le puede costarle la vida al Estado, lo cual es impermisible. “Toda la historia de Rusia lo pone de manifiesto”, declaró Putin. Como era de esperar, el presidente también abordó en su mensaje el tema del control social sobre la élite y apoyó la iniciativa de que los funcionarios públicos declaren sus gastos e ingresos y sus bienes en el exterior. La baja eficiencia del poder público y la corrupción fueron mencionadas por el jefe de Estado entre los problemas más graves del país. Vladímir Putin aseguró que la lucha contra estos fenómenos será una de las prioridades de la política interna.
Un importante capítulo del mensaje presidencial estuvo dedicado a la política económica. Entre otras cosas, el presidente habló de la necesidad de aumentar la competitividad de la gestión de los negocios, lograr una mayor transparencia de la privatización, limitar el papel de los órganos de supervisión y reestructurar el modelo de la economía como proveedora de materias primas. Vladímir Putin encomendó al Gobierno la tarea de retirar las empresas nacionales de los paraísos fiscales offshores . En cuanto al dinero acumulado en las cuentas de fondos públicos, el jefe de estado propuso invertirlo en títulos de valor nacionales y en proyectos de infraestructura. La economía de Rusia necesita que se desarrollen las industrias de altas tecnologías y se crean más producciones innovadoras. Al mismo tiempo, nadie puede resolver por sí solo los problemas globales de la actualidad. En el mundo contemporáneo, el interés por la integración que se observa en diversas regiones del mundo, parece muy natural, y Rusia, obviamente, no se va a quedar al margen de este proceso, resumió el presidente:
—Las experiencias de los últimos veinte años y el simple sentido común ponen todas las cosas en su debido sitio. Es lógico que el interés por la integración vaya cobrando fuerza en EEUU, Europa y Asia. Entonces, ¿por qué Rusia debe quedar aparte? Todo lo contrario, debemos aprovechar todas nuestras ventajas. Nuestros vecinos más cercanos también se muestran cada vez más interesados en los procesos integracionistas . Vamos a seguir el camino de una estrecha integración. Ya tenemos buenas experiencias: la Unión Aduanera y el Espacio Económico Único de Rusia, Kazajstán y Bielorrusia. Todo esto ya funciona eficazmente. Estamos listos para proceder a la creación de una unión económica de Eurasia y seguiremos este camino.
En su mensaje, el presidente dio instrucciones concretas a los órganos del poder ejecutivo y formuló propuestas al parlamento. En la preparación de este documento, redactado en su versión final personalmente por Vladímir Putin, habían participado prestigiosos expertos, partidarios y apoderados del jefe de Estado.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, declaró que dentro de cinco años Rusia debería convertirse en un país autosuficiente por todo tipo de alimentos y después en el mayor exportador mundial de estos productos.
“A Rusia le corresponde más de la mitad de la tierra cultivable de todo el mundo, un 55 %. En los próximos cuatro o cinco años nosotros debemos asegurar por completo nuestra independencia de todos los productos alimenticios fundamentales”, dijo Putin en la alocución a la Asamblea Federal el miércoles.
“Después, Rusia deberá llegar a ser el suministrador más importante de productos alimenticios”, declaró el presidente de Rusia.
“Para elevar la calidad de la economía es necesario una competividad honesta. Rusia debe desarrollar una hoja de ruta para el desarrollo de las nuevas industrias de alta tecnología”, dijo Putin en su alocución a la Asamblea Federal en la sala San Jorge del Kremlin.
“Nosotros debemos fortalecer las posiciones en el cosmos, energética nuclear, restaurar sectores clave como la aviación, la construcción naval, maquinaria industrial. Nosotros ya hemos comenzado a trabajar en la creación de nuestra industria electrónica nacional, incluyendo la participación de capital privado”, subrayó Putin.
“Para Rusia no hay y no puede haber otra elección política que no sea la democracia. Me gustaría señalar que nosotros compartimos los principios universales de este sistema reconocidos en todo el mundo, sin embargo, la democracia rusa es, precisamente, el poder del pueblo ruso” dijo el presidente de Rusia, Vladímir Putin, en una alocución a la Asamblea Federal.
“Los partidos gobernantes cambiarán, así como el Gobierno o el presidente, pero nunca deben cambiar las bases del Estado y la sociedad. La democracia no es solo la posibilidad de elegir a los gobernantes, sino también el control constante del poder”, subrayó el jefe del Estado.
“Rusia debe realizar un nuevo salto tecnológico. De esta manera, podría resistir la feroz competividad de los mercados mundiales, conservar su soberanía e identidad nacional”, declaró el presidente de Rusia, Vladímir Putin, en su alocución a la Asamblea Nacional.
El presidente recordó que el mundo vive en permanente lucha por el control de los mercados y los recursos naturales. Aquel que se quede detrás en esta batalla, también se quedará fuera de estos beneficios. Putin también subrayó que “hasta el momento actual, en Rusia, ya hay muchas cosas hechas”.
Por vez primera tras las elecciones, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, se dirige con un discurso a la Asamblea Federal este 12 de diciembre, día de la Constitución. Este es el noveno discurso en toda la historia desde su nombramiento.
"Los próximos años serán de cambios y no solo para Rusia. Entramos en una época de cambios globales. Rusia no debe perderse como nación y mantenerse como Rusia", declaró Putin.
El presidente subrayó también que Rusia debe multiplicar su actividad geopolítica. Puesto que esto es importante para la economía, la cultura, la diplomacia del país y su potencia militar.
A la sala de San Jorge del Kremlin fueron invitadas más de mil personas. Además de los miembros del Parlamento, los miembros del Gobierno, gobernadores, jefes de las confesiones religiosas, miembros prominentes de la sociedad y principales medios de comunicación, reportó un corresponsal de La Voz de Rusia.
El presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin, intervendrá con su discurso anual ante la Asamblea Federal de Rusia, en el cual expondrá las principales tareas del año venidero y las principales directrices estratégicas para el período de su mandato.
Esto fue informado por Dmitri Peskov, secretario de prensa del presidente de la Federación Rusa.
Tras su discurso ante la Asamblea Federal, el presidente Vladímir Putin ofrecerá una conferencia de prensa sobre su presentación, en lugar de la tradicional “línea directa” de Putin, celebrada cada diciembre desde 2001.
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