Los ejemplos más sonados de arrestos ilegales de rusos son, según Moscú, los casos del empresario Víctor Bout y del piloto Konstantin Yaroshenko, detenidos en Tailandia y Liberia, respectivamente.

Las organizaciones de derechos humanos critican constantemente las acciones de EEUU. Los expertos proponen crear una base legal universal.

Washington sigue aplicando la legislación interna de manera extraterritorial, declara Moscú. Pese a la crítica por parte de los activistas de derechos humanos y la actual base legal, EEUU viola sistemáticamente todas las normas internacionales. Es importante que EEUU ignore hasta los convenios bilaterales, afirmó este miércoles el comisionado de Derechos Humanos, democracia y supremacía de la ley del Ministerio de Exteriores ruso, Konstantin Dolgov:

—Desgraciadamente, las detenciones de ciudadanos rusos por orden de EEUU en terceros países siguen practicándose, a pesar de nuestros esfuerzos y las señales que recibe EEUU de las organizaciones internacionales. Esto contradice a las normas del Derecho Internacional y a la observación de los derechos legales e intereses de los ciudadanos de terceros países. Se viola los convenios bilaterales ruso-estadounidenses, en particular, el Tratado de Asistencia Legal Recíproca en Materia Penal firmado en 1999.

Conforme a este Tratado, en caso de que surjan pretensiones contra ciudadanos rusos, los respectivos documentos y la información deben entregarse a los organismos rusos de orden público para su comprobación. Según los expertos, en realidad, se observa lo contrario. Los ejemplos más sonados son los casos del empresario Víctor Bout y del piloto Konstantin Yaroshenko. En el primer caso, se ejerció una presión directa a las autoridades de Tailandia y el empresario ruso fue entregado a EEUU antes de que fuesen concluidos todos los trámites, recuerda el abogado de Bout, Víctor Burobin:

—Víctor fue extraditado antes de que el Tribunal de Apelaciones de Tailandia examinase dos interposiciones respecto a él. Es decir, Bout, de hecho, estaba a la espera del juicio. Ningún país del mundo prevé la posibilidad de extraditar a una persona antes del juicio. Ningunas autoridades ejecutivas o de instrucción tienen la atribución para realizarlo, ni siquiera por orden de las autoridades de otro país. La presión fue sin precedentes.

Los expertos recuerdan que la sonada extradición del empresario ruso Víctor Bout se realizó conforme a las normas del sistema legal estadounidense. Solo la legislación de EEUU estipula la llamada “incitación para un crímen”. Y esta norma ‘extraordinaria’ fue aplicada en otro país. Los activistas de derechos humanos destacan que este precedente no solo afecta los intereses de Rusia sino también puede ejercer una influencia en el sistema legal internacional. Se puede citar como ejemplo el incidente con otro ciudadano ruso, Konstantin Yaroshenko, detenido en 2010 en Liberia y extraditado secretamente a EEUU donde se le presentó acusaciones. Se puede considerar como mérito de EEUU al menos lo que no le han torturado, como pasaba con frecuencia con muchos ciudadanos de México secuestrados por los servicios secretos de EEUU a finales del siglo pasado o como pasa hoy por hoy con los prisioneros de la cárcel de Guantánamo situada en una base naval estadounidense, donde cumple su condena carcelaria sin razón el ciudadano ruso Ravil Mingázov. Washington aprovecha su fuerza impunemente, dijo a La Voz de Rusia Mijaíl Salquin, presidente de un centro de derechos humanos de Moscú:

—EEUU se posiciona como modelo de Estado democrático, pero viola las normas con frecuencia. En EEUU no hay autoridades judiciales como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), por eso no hay a donde recurrir. Resulta que tiene razón el que sea más fuerte o goce de la mayor influencia en uno u otro país del Tercer Mundo. Esta práctica es inadmisible, porque todos los ciudadanos, independientemente del país de su origen y residencia, deben gozar de derechos iguales para la defensa jurídica.

Mientras, EEUU ignora cualquier defensa de los intereses. Los ciudadanos de Rusia pueden encontrarse en una prisión preventiva de EEUU durante un largo período sin que les presenten la acusación y sin asistencia legal. Se puede citar como ejemplo un reciente caso del contrabando de equipos electrónicos. Solo gracias a la presión ejercida por parte del Ministerio de Exteriores ruso, se logró conseguir el cumplimiento de la Convención sobre Relaciones Consulares respecto a los cuatro rusos implicados en este caso. Mientras, la parte estadounidenses impide a llevar a cabo un proceso abierto y ejerce presión a las autoridades judiciales.

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