Las constantes visitas de delegaciones latinoamericanas al país euroasiático testimonian lo anteriormente expuesto, valga como ejemplo, las recientes delegaciones compuestas por los vicecancilleres de Perú y Ecuador, José Beraún Aranibar y Marco Vinicio Albuja Martínez respectivamente.

En esas ocasiones los viceministros de Exteriores de los citados países suramericanos destacaron la convergencia de sus posturas con las de Rusia en lo que concierne a varios temas de la agenda internacional, tales como el referente a la solución pacífica de la crisis política por la que Siria atraviesa desde hace más de un año.

Lima y Quito, junto a Moscú, urgen a la comunidad internacional a trabajar de conformidad con lo que dispone la Carta de Naciones Unidas y fundamentalmente bajo el respeto de los principios del Derecho Internacional para encontrar una salida al conflicto sirio mediante el diálogo entre el gobierno de Siria y la oposición a Bashar Asad.

“El principio de la no intervención efectivamente es un principio que está ratificado y reiterado la ONU. El Perú evidentemente respeta ese principio también en el caso concreto de Siria”, dijo Beraún.

Añadió que, con la participación de todos los actores involucrados, el Perú aboga por una solución negociada de la crisis política en la que se encuentra sumido el país árabe, por lo que la nación andina apoya y respalda las iniciativas que a través de la ONU y la Liga Árabe se están realizando.

Por su parte, el vicecanciller ecuatoriano declaró que el gobierno de Rafael Correa es “respetuoso y fiel creyente de la autodeterminación de los pueblos”, y que sobre la base de este principio el pueblo sirio debe encontrar una salida pacífica a la crisis política que atraviesa.

Asimismo, el funcionario ecuatoriano fue franco y directo al asegurar que Quito no apoyará ninguna intervención militar en Siria bajo el pretexto que sea, porque no solo contradicen los principios del gobierno ecuatoriano sino porque ese experimento, tal como calificó en general a anteriores intervenciones militares, conlleva a desastres.

“Las intervenciones militares que se llevaron a cabo en Afganistán, Iraq y Libia condujeron a resultados catastróficos. En la actualidad, las muertes en esos países están a la orden del día. Por ello, no apoyaremos la idea de la intervención militar en Siria bajo pretexto humanitario o de otra índole”, asertó Albuja.

Por ello, el viceministro de la cartera de Exteriores ecuatoriana destacó la importancia de la imperante participación de Rusia en el arreglo del conflicto sirio tras calificarla de ser un “país desarrollado con cultura de peso político específico, cuya influencia es determinante no solo por ser un miembro del Consejo de Seguridad de la ONU sino porque tiene una capacidad de aceptación y de expresión en la mayor parte de países de los cinco continentes”.