El jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, y el presidente francés, François Hollande, defendieron hoy aquí la irreversibilidad del euro, pero exhortaron a la Unión Europea (UE) a despejar cuanto antes las dudas sobre la moneda única.

Europa debe tomar las decisiones que se esperan de ella, afirmó el mandatario galo, tras recordar que la cumbre del bloque de junio pasado inició el camino hacia una mayor integración económica, fiscal y bancaria.

Reconoció que la UE ha aplazado demasiado las decisiones, lo cual, según su criterio, ha provocado dudas en los mercados financieros sobre la fortaleza del euro.

Tras mantener en Madrid una reunión de casi dos horas con Rajoy, Hollande afirmó en rueda de prensa que la reunión del Consejo Europeo del próximo 19 de octubre deberá servir para tomar decisiones duraderas en relación con el futuro de la Eurozona.

Aclaró que aunque él y Rajoy no comparten el mismo signo ideológico (el primero es socialdemócrata y el otro conservador), ambos tienen la misma visión de futuro para Europa y desean respuestas estructurales que permitan acabar con las incertidumbres.

Los mercados tienen que convencerse de la irreversibilidad de este proyecto, que va más allá de la moneda única, enfatizó al reclamar la aplicación de los acuerdos pactados a finales de junio.

A su turno, el presidente del Ejecutivo español insistió en que ni el euro, ni el mercado común, ni la UE darán pasos atrás.

En su opinión, España ha demostrado su determinación y su responsabilidad dentro del bloque comunitario, con una estrategia de consolidación fiscal profunda y una agenda de reformas audaz, en alusión a los severos recortes sociales para reducir el déficit público.

Durante su comparecencia conjunta en el Palacio de la Moncloa (sede del Gobierno español), Hollande ponderó la política de austeridad llevada a cabo por Madrid, al considerar que ha hecho importantes esfuerzos con sacrificios dolorosos.

Pese a ello, la tensión en los mercados se mantiene y los tipos de interés son demasiado elevados, lamentó el mandatario francés, quien subrayó que entre las funciones del Banco Central Europeo (BCE) está la estabilidad de los precios, pero también la política monetaria.

No es posible que unos países se financien al cero por ciento y otros paguen intereses muy altos, remarcó el gobernante, favorable a la intervención del BCE para garantizar la sostenibilidad de la deuda soberana de los países que realizan esfuerzos.

En la misma línea, Rajoy señaló que los diferenciales de la deuda no responden a los fundamentos de la economía, sino a la credibilidad del euro.

Respecto a la posibilidad de que España solicite una ayuda adicional a la UE, Hollande indicó que la decisión de recurrir o no a los mecanismos de rescate existentes, así como cuándo y cómo hacerlo, corresponde totalmente a las autoridades de esta nación ibérica.