La compensación la recibirán más de cien mil personas físicas y compañías que de una u otra manera sufrieron los estragos de la avería ocurrida en la plataforma petrolera del Golfo de México. Incluso dos años después se hacen sentir las consecuencias de la mayor catástrofe ecológica en la historia de EEUU.
Representantes de la British Petroleum, en la víspera del segundo aniversario de la avería informaron del acuerdo de paz pactado con los querellantes. La catástrofe ocurrió el 20 de abril de 2010. Entonces, en la Deepwater Horizon, plataforma petrolera de propiedad de la BP, perecieron once personas y sobrevino además el derrame de crudo. Su magnitud rebasó las consecuencias del naufragio del buque cisterna Exxon Valdez junto al litoral de Alaska, en 1989, cuando del buque encallado se vertieron doscientos sesenta mil barriles de petróleo.
Poco después de la avería, la corporación BP creó un fondo por veinte mil millones de dólares, del que se están pagando las compensaciones del acuerdo de paz que se logró alcanzar en marzo de este año. Las demandas a la BP fueron interpuestas por un comité que representa los intereses de las de cien mil personas físicas y jurídicas. Se trata en particular de propietarios de viviendas, de hoteles y de otros centros de turismo. Los pesqueros recibirán también compensaciones. Dieciséis mil personas demandaron una compensación por daños causados a la salud. Dentro de la suma redonda figuran también los honorarios de los abogados que representan los intereses de las corporaciones seiscientos millones de dólares.
Las compensaciones son necesarias. Corresponde sacar lecciones de tales catástrofes de envergadura, a fin de que nunca más se repita algo similar. Desgraciadamente, no está descartada la repetición de averías. Pues, el mundo necesita petróleo y, para extraerlo, las compañías optan por riesgos cada vez mayores, destacaba en entrevista a nuestra emisora Constantin Simonov, director de la Fundación de Seguridad Energética Nacional:
—Es el reflejo del desarrollo general de la rama petrolera. Si usted se dedica a asuntos pioneros como este, usted asume determinados riesgos, lo que significa que, para usted, el riesgo de las catástrofes es superior. Un momento importante es la influencia de esa catástrofe sobre la ecología. Sabemos que existe una oposición entre petroleros y ecólogos. Los primeros pugnan por el desarrollo acelerado de proyectos, mientras que los ecólogos hablan de que es necesario pensar en los riesgos ecológicos, y ponerlos, consecuentemente, en el primer lugar.
En realidad, los ecólogos han propiciado siempre, en especial después de la avería en la plataforma Deepwater Horizon, un control más riguroso de las compañías petroleras, destacaba a nuestra emisora Danil Bariukov, experto de la Facultad de Geografía de la Universidad Lomonosov, de Moscú.
—Pienso que la lección debe ser la siguiente: un control severo de la perforación de los pozos, de la calidad de la solución que se emplea en el cementado de las tuberías. En la prensa se informó de que el derrame había sido de cinco millones de barriles de crudo. Es un hecho que el Golfo de México va a sentir largo tiempo las consecuencias de esa catástrofe.
Pero, para la BP no han terminado aún las turbulencias financieras, pues la compañía está a la espera de una serie de querellas judiciales. Continúan presentando reclamos a los petroleros no sólo las autoridades de los Estados alcanzados por los vertidos de crudo, sino también las autoridades federales de EEUU.
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