La propuesta de Dimitri Medvédev de admitir directores de escuela por medio de concurso y por un plazo limitado generó una amplia repercusión social. Los expertos son unánimes: la iniciativa del presidente será ventajosa tanto para los alumnos como para la comunidad pedagógica.

La idea del concurso para directores de escuela fue emitida por Dimitri Medvédev en una reunión sobre la educación en San Petersburgo. El presidente propuso pensar en ella a los dirigentes de los centros docentes con los que se entrevistó el 19 de abril en el liceo Nº 126 de la ciudad del Neva.

–De la personalidad del director dependen muchas cosas, dijo Medvédev. Es deseable que se seleccione a directores en concursos de oposición, con presentación pública de un programa de desarrollo del centro docente para ver de qué quiere ocuparse el candidato.

En opinión del presidente, se debe firmar con el director un contrato por un plazo limitado a fin de contar con la posibilidad de valorar los resultados de su actividad. En el cambio de la administración de la escuela se debe tomar en consideración, sin falta, el parecer de los padres y del consejo de patronazgo. A la par, el presidente apoyó la iniciativa de crear una organización autorregulable de directores de escuela. “Es una vía mundial civilizada en la que la propia corporación define a los mejores y se libera de los peores”, resaltó el presidente.

El vicepresidente del Centro de Modelación del Desarrollo Estratégico Grigori Trofimchuk considera que la propuesta del jefe de Estado merece un serio examen:

–La cuestión consiste en cómo trazar concretamente este esquema, el monitoreo, el control del sistema de educación escolar. Por otro lado, en esto no se debe tornar nunca a la triste experiencia que se aplicó durante la perestroika de los años ochenta. Las cosas llegaron a la elección a todos los niveles, incluso se hablaba de la elección de jefes en el ejército. En los sectores pedagógicos ven con cautela esta iniciativa. Es fácil alterar la armonía en una colectividad escolar pero esto no beneficiará a los alumnos, opina Yákov Turbovskoi, doctor en Padagogía y miembro de la Cámara Social.

Si juzgamos por lo que sucede hoy en la educación, tal variante fue sugerida por la propia vida. Pero la estabilidad del colectivo escolar, las peculiaridades de su actividad, la atmósfera en este no son creadas por las elecciones sino que se establece de año en año. Se afianzan las tradiciones y el director se vuelve su símbolo. No es casual que las escuelas en las que los directores trabajan mucho y fructíferamente dejen de “llevar su número”, se les llama por el nombre del director.

Basándose en la rica experiencia de la educación rusa, Yákov Turbovskoi propone admitir a directores por concurso tan solo en escuelas recién creadas o en caso de fusión de escuelas.